"...el ejercicio de profesiones de ayuda puede ocasionar resultados adversos. Por ejemplo, respecto del ejercicio de la psicología, se encontró que el trabajo continuo con pacientes en situación de trauma puede dar lugar al fenómeno de fatiga de compasión..."
“…. Son conductas voluntarias que se adoptan para cuidar, asistir, confortar y ayudar a otros.

Fuente: Auné, S., & Blum, D., & Abal Facundo, J., & Lozzia, G., & Horacio, F. (2014). La conducta prosocial: Estado actual de la investigación.
Link al texto completo:www.seadpsi.com.ar/revistas/index.php/pep/article/download/153/pdf
“… Olivar (1998), que entiende como conducta prosocial solamente a aquel comportamiento que favorece a otra persona, grupos o metas sociales y aumenta la probabilidad de generar una reciprocidad positiva, de calidad y solidaria
en las relaciones interpersonales o sociales consecuentes, salvaguardando la identidad, creatividad e iniciativa de las personas o grupos implicados.
“… González Portal (2000) demarca el término en su acepción más abarcativa, entendiendo por tal a toda conducta social positiva con o sin motivación altruista. Esta definición pone el acento en la acción en sí misma, y deja en un segundo plano el análisis acerca de cuál es su motivación.
“…. consideramos especialmente relevantes tres dimensiones de la conducta prosocial: Comportamientos Empáticos, Altruismo y Compartir. Quedan comprendidos en Comportamientos Empáticos aquellos comportamientos que manifiestan comprensión, refuerzo y soporte emocional. Se entiende a la dimensión Altruismo como una anteposición de las necesidades de los otros a las propias. Supone comportamientos de ayuda, asistencia, cuidado y compromiso con los otros. Implica necesariamente un benefactor y un beneficiario claramente diferenciados. Por último, Compartir se define como dar, donar, prestar
o compartir objetos, tiempo, dinero, experiencias, u otro aspecto de valor para los usos y costumbres.
“… Entre las variables asociadas positivamente con la conducta prosocial se encuentran: autocontrol, simpatía , creencia de autoeficacia social, razonamiento moral, agradabilidad, nivel educativo, número de hijos , estabilidad emocional, extraversión, confianza, autoconcepto.
“… La edad se relaciona positivamente con la conducta prosocial durante cierto período ya que, a lo largo de la niñez, el repertorio de respuestas prosociales
va aumentando progresivamente (Shaffer, 2002). La conducta prosocial se convierte en relativamente estable durante el final de la infancia y la adolescencia temprana. En la adolescencia media tiende a declinar, para incrementarse en la adolescencia tardía ..
“… Otra variable de importancia que se relaciona con la conducta prosocial es el género. Las mujeres suelen exhibirla en una mayor frecuencia. Sin embargo,
estos resultados son difíciles de justificar, dado que podrían originarse en estereotipos culturales y depender del tipo de conducta prosocial que se esté midiendo. En este sentido, los hombres tienden a ayudar a otros cuando se precisan acciones rápidas y existen necesidades claras. Las mujeres, en cambio, desarrollan preferentemente comportamientos prosociales en el contexto de relaciones de largo plazo; realizando acciones de apoyo, cuidado o empatía.
“… La profesión de una persona también parece relacionarse con la conducta prosocial. Bekkers (2006) halló que los graduados en trabajo social, ciencias sociales, agricultura y seguridad tienden a ser más generosos. Sin embargo, el ejercicio de profesiones de ayuda puede ocasionar resultados adversos. Por ejemplo, respecto del ejercicio de la psicología, se encontró que el trabajo
continuo con pacientes en situación de trauma puede dar lugar al fenómeno de fatiga de compasión, también llamado estrés traumático secundario. Figley (1995)
puntualizó que hay un costo en ayudar, en el sentido de que los profesionales que escuchan los relatos de miedo, dolor y sufrimiento pueden experimentar sentimientos similares a los de sus pacientes. Los síntomas de la fatiga de compasión incluyen desesperanza y confusión y pueden llevar a los profesionales a tomar decisiones clínicas incorrectas
“… que una persona exhiba una baja frecuencia de conductas prosociales, entendidas en sentido amplio, constituye un factor de riesgo de problemas de conducta y desórdenes afectivos. Además, una alta frecuencia de conducta prosocial modula la conducta agresiva. Es así que los efectos benéficos de la conducta prosocial no son sólo para el receptor, sino que se extienden al
actor de la misma y, aún más, hacia la sociedad entera. En este sentido, la gratitud y el reconocimiento derivados de cuidar a otros, contribuyen a desarrollar sentimientos positivos acerca del sí mismo, a la aceptación por parte de los otros y el apoyo por parte de esos otros cuando se lo necesita..”
(M. T. M.)
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