" Cuando realizamos una acción en un terreno
que dominamos bien,
sea actividad artística, artesana, deporte,
hobby o bricolage, juego o
actividades
profesionales, podemos experimentar
un estado
psicológico particular teñido en gran medida
de afectos positivos. Ese
estado se caracteriza por una intensa
concentración, un sentimiento
de control y, por añadidura, un profundo
goce. Perdemos la noción del
tiempo,
las preocupaciones habituales
se difuminan y
nos invaden
sentimientos
de euforia y
transcendencia. ¿Qué es
lo que provoca
manifestaciones afectivas tan poderosas?
" Csikszentmihalyi (1990) ha
demostrado
que esas experiencias
óptimas acontecen cuando
existe
un alineamiento temporal de los diferentes
sistemas trabajando en la
acción.
En estas fases,
se armonizan momentáneamente las
expectativas
del sujeto, la
representación ejecutiva de
éstas en su
plan
de acción, los
contenidos de su
pensamiento, los recuerdos
incorporados, la acción en curso, y la
información que le devuelve el
medio.
Esta sintonía de
los diferentes componentes
del universo
subjetivo
–cogniciones activas, acción
en curso e
informaciones
aferentes– establece una optimización
temporal de la pareja individuo-
medio.
Cada nuevo gesto
de la persona
se agrega a
este orden
temporal, el sentimiento de control es total,
y la ansiedad alcanza su
nivel
mínimo, de ahí,
sin duda, la
sensación particular de
bienestar
óptimo que se puede experimentar en esos
momentos.
" Pero Csikszentmihalyi (1990) subrayó que la
sintonía no basta para
provocar la experiencia óptima. Ante una
tarea para la que estamos
perfectamente
capacitados, se experimenta
más bien aburrimiento
que placer. Asimismo, cuando se evoluciona de
manera continua hacia
el
objetivo para alcanzarlo
sin tropiezos, no
se experimenta afecto
positivo.
Si la sintonía
no basta, ¿qué
condición suplementaria debe
cumplir la acción para suscitar placer? Según
Csikszentmihalyi, la clave
de
los afectos positivos
se encuentra en
el crecimiento. A la
sintonización
debe pues añadirse
el desafío. Las
tareas que
propiamente suscitan la experiencia óptima
son las que conducen al
individuo
al descubrimiento, lo
arrastran a una
realidad diferente, lo
empujan
a niveles superiores
de resultados, y
modifican su persona
acrecentando
su complejidad. El
juego, el arte,
la artesanía, el
deporte, los hobbies constituyen para el
actor, pero también para el
espectador, importantes ocasiones de
instaurar ese estado ordenado
del espíritu que suscita la euforia o el goce
del estado óptimo."
Fuente: La compartición social de las emociones, de Bernard Rime.
selección M.T.M.

